Bienvenido a mi Rincón Literario

Quisiera expresar con palabras mágicas para mostrar el mundo que conocí a través de las maravillosas páginas de un libro. Páginas que me llevan a la risa y al llanto, que me hacen recorrer paisajes que nunca vería en otra realidad; páginas donde los personajes nunca mueren, quedan presentes y reviven cada vez que abrimos el libro. Páginas que pueden hacernos soñar con los ojos perdidos en ese mundo extraordinario.

Quisiera expresarlo pero esas palabras no existen, no se puede describir lo que leyendo podemos vivir”.


Ely Kraus

Un Extraño de Bigotes Largos

Ni bien subí, me llamó la atención su aspecto extremadamente arreglado, pero poco acorde con la moda. Pasé sin darle tanta importancia y me senté atrás. Mis ojos, inevitablemente buscaban su nuca tan larga que parecía poco natural. Cuando giró su rostro pude ver algo que hasta me produjo cierta gracia: Unos bigotes largos y arqueados, dignos de un prócer de principios del siglo XVIII, pero no de una persona actual.Sonó su celular.
Él, parmoniosamente, casi como en una ceremonia, sacó los auriculares, los sacudió en el aire haciéndolos chocar contra su pierna para desenrredarlos, limpió con sus dedos los extremos y conectó el enchufe. Recién se colocó el pequeño parlante en el oído.Sin pretenciones de escuchar, más que nada por la distancia en la que me encontraba de él, me quedé absorta mirando el extraño movimiento de su cuello que se retorcía ligeramente por esporádicas fracciones de segundo.
Bajé mi mirada unos instantes para buscar mi celular, con la única finalidad de fotografiarlo o filmarlo, pero fue imposible. Cuando levanté los ojos, ya no estaba. Giré pero el ómnibus estaba vacío hacia atrás. Eso también era extraño; estaba lleno cuando me senté. Volví a mi posición dispuesta a preguntarle a mi acompañante de turno si había visto a ese hombre pero, curiosamente, ella tampoco estaba. No había nadie más que el conductor y yo."Debo estar soñando" pensé y me refregué los ojos. Nada, todo seguía igual.Me levanté para aproximarme al chofer... Era él, aquel hombre extraño que ahora movía con más frecuencia el cuello; indudablemente parecía un sueño, una pesadilla.Le pedí que se detuviera pero me ignoró completamente. Miré hacia la calle y solamente vi vehículos abandonados, vacíos.
"¿Qué está pasando acá?" Pregunté desesperada.
Finalmente, el extraño chofer detuvo el colectivo y giró la cabeza hacia mí.Intenté bajar corriendo pero las dos puertas estaban cerradas."¿Qué es ésto? ¡Déjeme salir!" Mi voz se sentía cada vez más distante.El extraño me señaló con su cabeza hacia atrás. Cuando miré, apenas pude entender las imágenes que tenía frente mío:Un amontonamiento de gente. Todos los pasajeros que me acompañaban en el viaje estaban allí, agolpados alrededor de mi asiento. Me acerqué y finalmente entendí lo que estaba pasando.Mi cuerpo estaba aún en el lugar de donde me había levantado, sin movimiento, sin brillo, sin vida; con la cabeza colgando hacia la derecha, con el cuello dislocado y la mirada perdida, quizás, en el extraño, sentado a unos metros, en el preciso momento en el que aquel pozo hizo saltar al colectivo unas cuadras atrás.

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