
El ritmo incesante de las lágrimas de lluvia acompañaban las ondulantes llamas de las velas que bailaban armoniosas frente a los cuerpos ardientes vestidos de sudor. Un aroma anaranjado invadía los espacios de una onírica significación.
El frío suelo se cubría indiferente con la piel de llama que contenía la pasión, mientras la llama de la chimenea observaba curiosa la escena.
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